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50% de los trabajadores en Chile sobre 40 años renunciaría a su trabajo si este no le permite disfrutar de su vida personal

Son profesionales específicamente de la Generación X, entre 43 y 58 años, quienes tomarían esta decisión, de acuerdo al estudio Workmonitor de Randstad. Cifra que también va en aumento dentro de los Boomers y Gen Z.
  • Algunas de las razones son la insatisfacción laboral, búsqueda de nuevas oportunidades o mejorar el diario vivir, esto a pesar de contar con una tasa de un 8,5% de desempleo en el país. 

 

Santiago.- Durante el último trimestre comprendido entre noviembre del 2023 y enero del 2024, la tasa de desempleo en nuestro país tuvo un aumento de un 0,4% alcanzando un nivel total de 8,5% según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE); escenario desolador si se tiene en cuenta el alza constante de precios de los productos de la canasta básica familiar, así como el coste de la vida en general. Esto último hace pensar que permanecer en un trabajo es primordial para las personas, a pesar de las condiciones de este. 

 

Sin embargo, el último estudio Workmonitor realizado por la empresa de recursos humanos Randstad (www.randstad.cl/workmonitor/), refleja una realidad bastante diferente, ya que un 50% de los trabajadores en Chile pertenecientes a la Generación X, de edades entre 43 y 58 años, renunciaría a su trabajo si este no le permitiera disfrutar de su vida personal, fenómeno que generalmente se aprecia en las personas más jóvenes, pero que ahora se ha expandido a todas las edades. Incluso, un 44% de los Boomers, cuya edad sobrepasa los 59 años, también priorizaría su vida personal por sobre la laboral. 

 

Dentro de las razones que gatillarían esta decisión se encuentran la insatisfacción laboral, mejorar la calidad de vida, o buscar diferentes oportunidades de crecimiento, elementos novedosos para una sociedad conservadora como la chilena. Pero sin duda la coyuntura detrás de este cambio de pensamiento radica en la pandemia y como ésta transformó el mercado laboral en términos logísticos, de necesidades, estilos, y expectativas. Por ejemplo, un 34% de los trabajadores no negocia el poder trabajar desde su casa, situación que surgió a raíz de la implementación obligatoria del teletrabajo. 

 

“Esto es reflejo de cómo la pandemia re configuró el mercado laboral y las nuevas expectativas de las personas, priorizando el bienestar y la búsqueda de un equilibrio entre el trabajo y la vida personal. De hecho, transversalmente a la edad, para un 62% de los encuestados, la vida personal es más importante que la laboral”, explica Pablo Guarnaccia, Gerente de Professionals y RPO de Randstad Chile. Esto se refleja en que las necesidades y las ambiciones de las personas han cambiado, y que quienes nunca pensaron en cambiar su trabajo hasta jubilar, ahora estarían dispuestos a renunciar por priorizar su vida personal y felicidad. 

Esta nueva mentalidad de la fuerza laboral responde a un cambio a nivel global, con personas que valoran cada vez más el cuidar de su salud física y mental, así como pasar tiempo con su familia o concentrarse en actividades recreativas y pasatiempos, algo que no compatibiliza con largas jornadas laborales y el estrés que este provoca, lo que lleva finalmente a las personas a considerar renunciar a su trabajo. “Actualmente uno de los factores más importantes, para los trabajadores en Chile, a la hora de pensar en un empleo actual o futuro es el apoyo a la salud mental, un 89% de las personas lo ve de esa forma, seguido de las oportunidades de promoción profesional (88%) y formación (86%).”, agrega Guarnaccia. 

 

La mirada de las empresas ante este fenómeno

 

Este cambio en la forma de pensar y la priorización de factores externos al trabajo no es solamente de los trabajadores, ya que las empresas también han sabido reconocer la importancia de ofrecer políticas y prácticas que promuevan el bienestar  de sus talentos. “Integrar a la cultura organizacional el bienestar de los colaboradores puede ser un desafío, especialmente si hay una resistencia a abandonar ciertas prácticas laborales tradicionales, además de los recursos limitados que algunas empresas puedan tener para implementar programas y políticas, como la adaptación a la flexibilidad laboral, el trabajo híbrido, la complejidad en la medición de resultados y monitorear el impacto de las iniciativas relacionadas con la salud mental y bienestar, además del estigma asociado a esta temática”, destaca Pablo Guarnaccia sobre el nuevo escenario y desafíos que deben enfrentar los empleadores 

 

Otro de los desafíos, tanto para empleadores como trabajadores, es poder tener la conversación sobre la conciliación de la vida laboral y personal, llegando de esta forma a un equilibrio entre ambas. Para esto, es fundamental que las empresas reflejen en sus políticas, beneficios y prácticas laborales, su compromiso con la conciliación. Ya que esto no solo demuestra una responsabilidad real con el bienestar de los empleados, sino que también es una estrategia para atraer y retener talento en un mercado laboral cada vez más competitivo. La capacidad de adaptarse a las necesidades individuales de los trabajadores y ofrecer un equilibrio efectivo entre la vida personal y laboral es clave para construir una fuerza laboral comprometida y productiva”, destaca Guarnaccia

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