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El apuro por tapar el bochorno del Rechazo. Por Sergio Muñoz Riveros

Lo que prima en La Moneda es el tacticismo. O sea, cómo arreglárselas para salir de tantas situaciones inconfortables. La prioridad después del plebiscito fue articular un plan para eclipsar el Rechazo. Exactamente eso. Taparlo por completo con otra cosa. Eso explica el apuro por aprobar un acuerdo con los opositores para organizar una nueva convención (que, a su vez, taparía la anterior).

La abrumadora derrota sufrida el 4 de septiembre por las fuerzas gobernantes aconsejaba que se tomaran un tiempo para reflexionar sobre lo ocurrido. Habrían podido analizar la magnitud del pronunciamiento ciudadano en contra del proyecto elaborado por sus representantes en la Convención, y que Boric levantó triunfalmente el 4 de julio en la ceremonia de cierre, casi como si fuera la promulgación de una nueva Constitución. Luego, el país entero vio todo lo que hicieron, desde La Moneda, para asegurar la victoria.

Estaban seguros de que ganarían el plebiscito, y convencidos de que ello iba a crear condiciones para que las izquierdas asociadas dieran un gran salto y coparan las instituciones. El proyecto de nueva Constitución era, en realidad, el verdadero programa del Frente Amplio y el PC, aceptado por el PS y el PPD por razones prácticas.

¿Cómo habría actuado el oficialismo si hubiera triunfado? ¿Qué cosas estaría diciendo Boric, esta vez seguro de que el pueblo llevaba el mismo paso que los líderes? ¿En qué estaría ahora el PC, exaltado probablemente por haber ganado “la batalla de las batallas”? Alguna idea podemos hacernos. Ya vimos cómo actuaron al tener el control total de la Convención.

El gobierno tiene que estar agradecido de que en Chile no haya un régimen parlamentario. En cualquier país que lo tenga, la derrota de un gobernante en un referéndum, habría implicado que renunciara de inmediato, antes de que los opositores presentaran un voto de censura para forzar su reemplazo. Boric, una vez más, es deudor de la Constitución vigente. En rigor, le debe todo.

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