Las cosas se escapan de las manos cuando ocurre lo impensable; que el ente encargado de velar por la justicia, la verdad, la protección y defensa de los derechos humanos, en este caso en INDH, es parte, como denuncia Micco, de una operación política para imputar falsa y dolosamente delitos a la autoridad que ésta jamás ha cometido.
El gobierno ha invertido mucho capital político en su “noviazgo” con carabineros -tras años de una relación antagónica y tormentosa- porque los necesita leales y comprometidos para mantener el orden público. Pero el ambiente se anduvo enrareciendo cuando el Presidente en su discurso del 18 de octubre los acusó de cometer delitos de abuso sexual que no están acreditados.
Tal vez si el presidente Boric hubiese recibido a Sergio Micco cuando aún como director del INDH le pidió reiteradamente audiencia para tratar la agenda de “verdad y justicia” no habría sido tan categórico.
Ahora sabemos que el INHD habría sido parte de una operación para presentar a Piñera ante el mundo como un “autócrata violador sistemático de los DDHH”.
Ahí está el escalofriante testimonio de Sergio Micco, quien denunció que había sido presionado para presentar querellas por 103 casos de detenidos desaparecidos, 102 de los cuales fueron habidos, es decir no eran detenidos desaparecidos.
Sergio Micco declara en una entrevista con El Mostrador: ¿Se imaginan que como director del INDH hubiese dicho que Carabineros, en medio del estado de excepción constitucional estaba deteniendo gente y haciéndola desaparecer? Micco, también se negó a hablar de violaciones “sistemáticas” a los DDHH, como se le exigía, porque de acuerdo al derecho internacional esa denominación aplica solo cuando son parte de una política de estado, preconcebida y planificada lo que no ocurrió en Chile.