Nacional

“El embajador en España debiera saber que él no es embajador del Frente Amplio, sino de Chile”

El ex ministro (PPD) de la presidenta Michelle Bachelet cuestiona que Javier Velasco culpara del estallido social a los “30 años”. “Si quiere entrar al debate político doméstico debiera haber postulado a parlamentario y no a embajador. Me parece que hay que imponer disciplina en la diplomacia”.En la política exterior bajo Gabriel Boric cree que “hay una acumulación de tropiezos y errores no forzados”, pero los inversionistas confían en Chile porque hay “una política económica seria y un ministro de Hacienda competente”.

-¿Usted califica como “impasse” el incidente diplomático con Israel? ¿Qué efectos observa?

-Los efectos afortunadamente ya fueron controlados con las explicaciones entregadas por las autoridades de nuestra Cancillería al propio embajador, a escasas horas del incidente, y luego por la aceptación de esas disculpas por parte de la Cancillería israelí. Ayudó la fijación inmediata de una fecha concreta para la ceremonia suspendida de recepción de las cartas credenciales.

-En Emol, usted dijo: “No recuerdo un episodio semejante en la historia diplomática nacional en democracia”. Si no hay parangón en democracia, ¿a qué otro hecho le parece equivalente?

-En democracia hay pocos impasses que se le puedan comparar. No recuerdo que a un embajador citado a presentar cartas credenciales, estando ya en La Moneda listo para la ceremonia y habiéndosele rendido honores, se le haya pedido abandonar el palacio sin presentar las cartas, por la causa que sea. En democracia, lo único que se me viene a la mente es el bochorno del entonces presidente Piñera cuando en una visita a Berlín, reunido con el presidente alemán, al firmar el libro de visitas ilustres, escribió “Deutschland über alles” frase de connotación nazi eliminada del antiguo himno germano.  La hoja tuvo que ser removida del libro de visitas. Por cierto, no son situaciones comparables. Claro, durante la dictadura hubo episodios de antología de payasadas diplomáticas como la suspensión de la visita oficial del dictador Pinochet a Filipinas, cuando estaba en pleno vuelo, agravada por una humillante parada en Fiji.

-Hubo una acusación infundada al rey de España el día del cambio de mando. En junio hubo un ninguneo a John Kerry y una disputa por protagonismo entre la entonces jefa del Segundo Piso, Lucía Dammert, y la canciller Antonia Urrejola, en la gira a California. La Moneda amenazó con detener exportaciones de materias primas si los países desarrollados no cambian su conducta. Ahora hay un incidente con Israel. Y Chile sigue sin embajador ni en México, ni Brasil ni China. ¿Es exagerado criticar todo eso?

-No es exagerado. Hay una acumulación de tropiezos y errores no forzados. Falta experiencia; escuchas a los profesionales y expertos en política internacional. Aprender mientras se hace política exterior tiene costos, y la improvisación es aún peor. Chile debe cuidar su imagen de país serio, un “soft power” clave para un país pequeño como el nuestro.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Más en:Nacional