Con las puertas trancadas deben trabajar funcionarios de emergencias de hospital El Pino en la capital producto de la agresividad y violencia que viven a diario.
Este fin de semana debieron atender a siete personas que llegaron heridas, algunas de ellas a bala. El problema es que en la recepción o sala de espera del hospital había sujetos armados con pistolas apurando y dando órdenes para agilizar la atención de los pacientes ingresados.
Los propios funcionarios publicaron en redes sociales esta imagen de la puerta de acceso a los box que debieron proteger con lo que encontraron para evitar mayores problemas.
También se quejaron de la nula presencia policial o protección para el recinto y para ellos mismo que deben lidiar con estos casos en que ponen en riesgo incluso la vida con personas que no razonan y que portan armas de fuego sin ninguna restricción.