El proyecto se ejecuta en el marco del Programa “Conocimientos 2030” de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), que en la zona centro sur de Chile fue adjudicado a un consorcio entre la Universidad de Talca y la Universidad de O´Higgins.
Académicos formularán una propuesta innovadora para incorporar a sus procesos educativos la realidad patrimonial, cultural y social de los territorios.
¿Sabía usted que en la precordillera linarense existen petroglifos prehispánicos con unos 900 dibujos en roca granítica; que en la avenida donde se emplaza la Universidad de Talca se produjo la decisiva Batalla de Lircay; que existen vestigios de grupos humanos de más de 12.000 años en San Vicente de Tagua Tagua; o que Condorito, el emblemático personaje, es vecino de Cumpeo, a solo 50 km al nororiente de Talca?
Estos son solo algunos de los muchos elementos culturales e históricos que existen en la zona central del país, pero que permanecen en el olvido o que son poco conocidos por la comunidad, y que forman parte de lo que se quiere reconocer y valorar a través de la iniciativa: “Consorcio del Valle Central de Chile: una propuesta territorial, regional y estatal para la innovación, desarrollo y fortalecimiento de las artes, humanidades y ciencias sociales”, que ejecutan las universidades de Talca y O’Higgins.
Ambas instituciones buscan integrar este acervo cultural a la educación, transformando la enseñanza a través de la vinculación activa con la realidad regional y su vida comunitaria.
“Como instituciones estatales y territoriales, esperamos que este proyecto nos ayude a potenciar y desarrollar un pensamiento crítico que permita impactar en la sociedad, entender su funcionamiento, ponernos al servicio de ella y también ser referentes dentro de los cambios que se aproximan», señaló el rector de la Universidad de Talca, Carlos Torres Fuchslocher.
Asimismo, el director del proyecto y académico de la Facultad de Psicología de la UTalca, Ismael Gallardo Cuadra, señaló que, “lo que tratamos de plantear con esta iniciativa es que ese conocimiento que existe en nuestro territorio es un mecanismo importante para nuestro propio desarrollo mirando hacia el futuro, implica reflexionar sobre como esos elementos pueden servir para la formación de nuevos profesionales, generamos nueva investigación y aspirar a crear espacios de sinergia y nuevos conocimientos».
Por su parte, la vicerrectora de Investigación, Postgrado y Vinculación de la Universidad de O´Higgins, Paula Irles Ivanac, destacó que, “tenemos un territorio común, desafíos similares como universidades estatales, por ello nuestro compromiso y mandato es poder vincularnos con el territorio y atender las necesidades que se presentan en él y sus comunidades requieren”.
Trabajo
El proyecto forma parte del Programa “Conocimientos 2030” que la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) desarrolla a nivel nacional y que en la zona central fue adjudicado al consorcio UTalca-UOH.
La primera etapa será de planificación y levantamiento de información, tanto al interior de los planteles como en las comunidades que forman parte de estas regiones, lo que permitirá tener una visión global del trabajo que se realizará en las siguientes fases.
El lanzamiento de la iniciativa se realizó en la Universidad de Talca, y contó con la presencia de la Seremi de Ciencias de la Macrozona Centro-Sur, Sofía Valenzuela Águila. “El objetivo de este proyecto es que podamos darle herramientas a las universidades para que empiecen a desarrollar un plan estratégico que apunte a la formación de nuevos profesionales con esta nueva mirada, que apunten a la trans e interdisciplina, pero también a una fuerte vinculación con los territorios”, sostuvo.
Por último, indicó que “las grandes capacidades que existen en ambas regiones tendrán un impacto mediante el trabajo colaborativo con municipios, organizaciones estatales, establecimientos educativos, entre otros”.
De ese modo, según la directora alterna y académica del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad de O’Higgins, Andrea Canales Gutiérrez, se espera que los resultados sean aplicables sin distinción, gracias a los elementos similares de ambos territorios.
“Me gusta mucho ese concepto de la “Ciudad del Valle Central”, porque si bien estamos divididos políticamente por temas de administración, tenemos patrimonialmente muchas cosas en común: Temas arqueológicos, casi las mismas problemáticas sociales, mucha agricultura. Somos zonas bien parecidas desde muchas miradas”, concluyó.